
En algunas partes de China, las niñas son asesinadas al nacer, pero en la tierra que los chinos llaman el «Reino de las Hijas» la feminidad es celebrada. Todo gira en torno a la mujer. La propiedad se transmite de madre a hija. En su lenguaje no hay ni siquiera una palabra para «padre» y el matrimonio convencional es inaudito. En el pasado, el gobierno chino trató de acabar con la manera de vivir de los Mosuo pero su cultura está floreciendo de nuevo. La razón es el turismo. Muchos son los visitantes atraidos por el último Matriarcado del Mundo.
El lago Lugu en el remoto sudoeste de China, es el hogar del pueblo Mosuo desde hace más de 2000 años. Los Mosuo tienen su propia religión, costumbres, idioma y música. En una aldea al pie de una montaña sagrada los habitantes cantan en honor a la Diosa Gemu, en un lugar donde las mujeres dominan. Esta es una sociedad gobernada por abuelas como Katuduma Aya de 78 años. Katuduma es una matriarca, la cabeza femenina de su familia. «La madre es la persona más valiosa, lo más importante que existe en el mundo, porque sin una madre, no hay vida. Es mi responsabilidad en la familia delegar tareas y controlar el dinero para los gastos que allí se requieran. Esa es la tradición.» Dice Katuduma.
Suna de 37 años, hijo de Katuduma, es el jefe de la aldea, pero en muchos aspectos su madre tiene más poder que él. «En occidente, recibir órdenes de una madre es diferente a recibir órdenes de una mujer. Aquí es algo natural, debido al profundo respeto y amor que tenemos por nuestras madres. » Igual que la mayoría de hombres Mosuo, Suna vivirá con su madre y sus parientes de sangre durante toda su vida. «Los hombres viven con la madre, por que ella es la persona más respetada, y no quieren dejarla sola.» Dice Katuduma.
Pero casi todas las noches, Suna se escabulle después de la cena, para caminar hasta otra casa, estar con su amante y compartir su cama. Y no es el único. En la casa de la madre de Suna, su hermana Saer espera a su propio amante quien pasara la noche con ella. Y bajo el manto de la oscuridad, otros hombres de la aldea salen subrepticiamente para una noche que ciertos forasteros consideran de amor libre. Algunos hombres escalan paredes para entrar al dormitorio de su amante evitando miradas curiosas. Sólo a las mujeres se les permite tener dormitorio privado. Los hombres pueden pasar la noche, pero deben regresar al hogar de su madre cuando amanece.
Suna tiene dos hijos con su amante Shima, pero la pareja permanece separada. Es una relación que los Mosuo llaman «matrimonio ambulante». No hay votos matrimoniales ni ceremonia nupcial. Debido a esta relación sexual, aparentemente casual, los Mosuo tienen mala fama entre los forasteros. «Parte de la propaganda de los Mosuo alrededor de los medios es que practican el amor libre y para muchos de los turistas que llegan a conocerlos esto significa que pueden acercarse a una mujer, chasquear los dedos, y ella saltará a la cama con ellos. Eso es absurdo.» Dice la Doctora en Estudios Chinos Eileen Walsh.
Al atardecer, turistas locales y extranjeros visitan las calles cerca del lago lugu en busca de sexo. Las prostitutas de fuera de la región atienden a los turistas. Para los Mosuo este negocio ilegal de sexo menoscaba su cultura. «Los forasteros vienen en busca de sexo y pagan por ello. Mujeres de diferentes grupos étnicos llegan aquí para trabajar como prostitutas, propagan enfermedades, y eso es malo para los vecinos locales. Esto arruinará la cultura tradicional por que es sencillamente prostitución.» Dice un vecino nativo.
El matrimonio ambulante de los Mosuo y su fama de practicantes del amor libre los distanció de la cultura Han China más amplia. Y aunque esa práctica se conoce como matrimonio ambulante, no hay en realidad palabra para matrimonio en el idioma Mosuo. «No hay palabra para matrimonio -explica Suna- aunque si hay palabra para papá. » Suna y su amante Shima tienen dos hijos, pero Suna participa poco en su crianza. Esta tarea la hacen los hermanos de la amante. «Entre nuestras familias, los hombres le prestan mas atención a los hijos de sus hermanas que a los suyos.» Dice Suna. Aunque el es el padre, si Suna criara a sus hijos la familia de Shima se molestaría. «Si Suna viviera en esta casa, interferiría con la función que mis hermanos tienen en el hogar.» Asegura Shima. «El padre no tiene la responsabilidad de criar al hijo, pero puede ayudar. Sin embargo si el padre asume más tareas de las que debe hacer, los tíos del niño se sentirán mal. «
El concepto Mosuo de familia puede parecer extraño, pero las familias extendidas proporcionan una amplia red de apoyo. «En una familia extendida, hay una alta probabilidad de que siempre se encuentren adultos disponibles. Adultos con tiempo para prestarle atención a los niños y cuidarlos si se ponen difíciles. O si uno de los adultos está cansado. Algunas personas creen que los niños reciben más cuidado y mayor atención» Asegura la Doctora Walsh.
Las creencias Mosuo respecto a la familia y a las relaciones los diferencian mucho de otras culturas. En varias sociedades el evento más importante en la vida de las personas es el matrimonio. Para los Mosuo, es la celebración de su mayoría de edad, cuando un niño entra a la edad adulta. Con sus 13 años, Darshi, la hija de Suna, celebra su mayoría de edad. Será el primer día del año nuevo lunar de los Chinos, cuando los niños participan en una ceremonia, que marca su paso a la edad adulta. La familia de Darshi ora por ella. Su tía usa la ropa tradicional para los adultos, que ahora Darshi ya podrá vestir. En palabras de la matriarca: «Cuando una niña cumple 13 años y celebra su mayoría de edad, ya es mujer, y puede tener su propio dormitorio privado. «
Aunque sólo tiene 13 años, tener su propio dormitorio significa que Darshi, podrá elegir y recibir a sus compañeros sexuales. «Por la expectativa de este día no podía dormir» dice Darshi. «Mi madre me regaló mucha ropa bonita, entonces me sentí feliz y emocionada». En otras sociedades, Darshi seria una niña, sin embargo aquí con sus 13 años, entra en la edad adulta, puede elegir sus amantes e iniciar un matrimonio ambulante Mosuo. Cuando comienza la ceremonia de mayoría de edad, se colocan en el suelo del salón principal, un cerdo seco y un saco de arroz, símbolos de buena fortuna para la vida futura. «Ponen el pie izquierdo sobre la bolsa de arroz y el derecho sobre el cerdo seco. El arroz significa una buena cosecha y una buena vida y el cerdo representa dinero y prosperidad.» Explica la matriarca.
En presencia de su familia, la tía de Darshi la viste. Es la primera vez que se le permita a la niña usar falda y ropa Mosuo tradicional. Luego su padre, Suna, le entrega a Darshi un regalo, un sobre con dinero. Su rito de paso esta completo y ella es ahora una mujer Mosuo. Los niños pasan por una iniciación a la edad adulta similar cuando cumplen 13 años. «Para los Mosuo, antes de los 13 años las personas no tienen alma. Al cumplirlos se convierten en una persona real, en un ser humano real.» Dice un vecino.
Darshi está ahora preparada para un matrimonio ambulante. Tiene responsabilidades sociales y derechos sexuales que pocos niños de su edad tienen en otras sociedades. Por primera vez, Darshi puede participar en el festival de la aldea en honor a la Diosa Mosuo. Es el día de buscar amantes e iniciar las relaciones sexuales. Al principio hombres y mujeres mantienen la distancia, pero pronto los hombres se acercan a las mujeres que los atraen, esperando atraerles también a ellas. Se cogen de la mano en una danza especial, y un ligero toque de la mano femenina es señal de que la mujer lo ha elegido para que entre esa noche en su habitación e inicien un matrimonio ambulante. Una mujer, si lo desea, puede elegir un compañero diferente cada noche, ya que la promiscuidad es aceptable en su sociedad. Pero la vida para los Mosuo esta cambiando, las relaciones empiezan a ser monógamas. Suna y Shima están juntos desde hace 15 años. «En el pasado todas las personas tenían varios compañeros sexuales, pero la influencia de los chinos Han, ha llevado a la gente a ser monógama. » Asegura Shima. El gobierno Chino presiona a los Mosuo a aceptar las normas del resto del pais, y a acoger el matrimonio monógamo. En el pasado las costumbres promiscuas de los Mosuo causaban problemas de paternidad. Tradicionalmente, los niños no sabían quién era su padre. Ahora todo es más franco y la mayoría de los niños sabe quién es su padre.
Sin embargo no todo ha cambiado, la sociedad Mosuo es muy diferente a la mayor parte del mundo. Las parejas Mosuo todavía viven vidas separadas y los hombres aun viven con sus madres. Esta organización presenta muchas ventajas para ambos sexos. » Es conveniente, tenemos más tiempo libre durante el día y hay menos desavenencias que si compartiéramos actividades estando juntos. » Explica Suna. Los matrimonios ambulantes generan menos tropiezos financieros. Continua diciendo «el dinero que yo gano le pertenece a mi familia y los recursos de mi madre le pertenecen a su familia. Las relaciones no tienen conexión con el dinero.» Al mantener hogares separados las relaciones de familia son menos complicadas. » En la sociedad Mosuo no existen mujeres y niños abandonados, porque si los amantes se separan, este hecho no tiene trascendencia en la vida de los niños ni en la personal, en términos de vivienda, de recursos ni de dinero disponible. Siempre se es parte del mismo hogar, de la familia a la que siempre se ha pertenecido.» Comenta la Doctora Walsh.
Los turistas pueden creer que los matrimonios ambulantes estimulan la promiscuidad, pero para los Mosuo estas relaciones se basan en el amor y el respeto mutuo. Los Mosuo pueden estar presionados por el mundo exterior para que cambien sus tradiciones, pero ellos se sienten muy orgullosos de su cultura. «Los Mosuo no son tan ricos en comparación con las gentes de otras partes, pero tienen más en otros sentidos al vivir en una familia grande.» Dice la matriarca. Para los Mosuo, el matrimonio ambulante tiene sentido, tanto emocional como financieramente. Los nexos familiares son todavía vitales y el amor no se prohíbe, sino que se aprecia sinceramente.