Adonis, dios de la belleza y el deseo en la mitología griega, es un personaje con antecedentes semíticos noroccidentales, siendo figura central en varias religiones mistéricas. Su religión pertenecía a la mujer. La muerte de Adonis se desarrolló plenamente en el círculo de jóvenes en torno a la poetisa Safo de la isla de Lesbos, alrededor de 600 aC, como se revela en un fragmento de la poesía de Safo.
Adonis es una de las figuras más complejas de la época clásica. Ha tenido múltiples roles, y ha habido a través de los siglos muchos estudiosos interesados en su significado y propósito en las creencias religiosas griegas. Dios de la vegetación, siempre joven, que renace cada año; una deidad de vida-muerte-renacimiento, cuya naturaleza está ligada al calendario. Su nombre se usa a menudo en los tiempos modernos para denominar a los jóvenes apuestos, de los cuales él es el arquetipo. Adonis es referido a menudo como el dios mortal de la belleza.
Adonis – Ἄδωνις en griego- es una variación de la palabra semítica Adonai, que significa «señor», y es también uno de los nombres utilizados para referirse a Dios (אֲדֹנָי) en la Biblia hebrea, de forma continuada desde el judaísmo hasta hoy. El sirio Adonis está estrechamente relacionado con el Gauas chipriota o Aos, el egipcio Osiris, el semítico Tamuz y Baal Hadad, el etrusco Atunis y el Attis frigio, los cuales son todos deidades del renacimiento y la vegetación.
El nacimiento de Adonis está envuelto de confusión para los que necesitan una única versión autorizada. Los decididamente patriarcales helenos buscaron un padre, y lo encontraron en Biblos y Chipre, fieles indicadores de la dirección desde la que procedía su culto. Walter Burkert cuestiona si Adonis no habría llegado desde el mismo principio a Grecia con Afrodita (Burkert 1985, p.177).
Existen varias versiones del nacimiento de Adonis:
La más comúnmente aceptada es que Afrodita instó a Mirra a cometer incesto con su padre, Tías, rey de Esmirna o Siria (lo que ayuda a confirmar la zona de origen de Adonis). La niñera de Mirra ayudó con el plan, y Mirra se unió con su padre en la oscuridad. Cuando Tías descubrió al fin este engaño gracias a una lámpara de aceite, montó en cólera y persiguió a su hija con un cuchillo. Mirra huyó de su padre y Afrodita la transformó en un árbol de mirra. Cuando Tías disparó una flecha al árbol (o cuando un verraco usó sus colmillos contra la corteza del mismo) Adonis nació de él.
Apolodoro (Biblioteca iii.182) consideraba que Adonis era el hijo de Cíniras, rey de Pafos (Chipre), y Metarme.
Hesíodo, en un fragmento, creía que Adonis era hijo de Fénix y Alfesibea.
Cuando Adonis nació, era un bebé tan hermoso que Afrodita quedó hechizada por su belleza, así que lo encerró en un cofre y se lo dio a Perséfone para que lo guardara, pero cuando ésta descubrió el tesoro que guardaba quedó también encantada por su belleza sobrenatural y rehusó devolverlo. La disputa entre las dos diosas fue resuelta por Zeus (o Calíope, según las versiones), quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien quisiera. Adonis sin embargo prefería vivir con Afrodita, pasando también con ella los cuatro meses sobre los que tenía control. La versión más detallada y literaria de la historia de Adonis se encuentra en el libro X de las Metamorfosis de Ovidio.
Adonis murió destrozado por los colmillos de un jabalí enviado por Artemisa como represalia por la implicación de Afrodita en la muerte de Hipólito. Otras versiones cuentan que el jabalí era el celoso amante transformado de Afrodita, Ares. Afrodita roció néctar sobre su cuerpo, de forma que cada gota de su sangre se convirtió en una flor roja llamada anémona. Cuando Afrodita corrió a socorrerle se hirió con unas zarzas y sus gotas de sangre se transformaron en unas flores parecidas a las rosas que se llamaron «adonis».
Al morir, el río Adonis (actual Nahr Ibrahim), que nacía del monte Líbano en la Siria costera, corrió rojo según Luciano (cap. 6-9), quien atribuye el color a la sedimentación, pero añade que «sin embargo, hay algunos habitantes de Biblos que dicen que Osiris de Egipto yace enterrado entre ellos, y que el luto y las ceremonias se hacen en honor de Osiris y no de Adonis». Ciertamente hay muchos paralelismos con el mito de Osiris, encajonado en un ataúd y encerrado en el árbol del que surgió.
Las Adonias
Las Adonias eran fiestas que se celebraban en la antigüedad en honor de Afrodita y Adonis. Eran guardadas con gran solemnidad entre griegos, egipcios y otras culturas helenizadas.
Duraban dos días y eran celebradas exclusivamente por mujeres. El primer día llevaban por las calles estatuas de Adonis dispuestas como cadáveres, realizando todos los ritos propios de los funerales, golpeándose y gritando lamentos, en imitación de los lloros de Afrodita por la muerte de su amado. El mito de Adonis, muerto por un jabalí y posteriormente resucitado, representa el ciclo anual de la vegetación. Las Adonias eran un ritual fúnebre en el que se celebraba la muerte del Dios y su posterior resurrección.
En el tiempo de las Adonias (junio o julio) las mujeres plantaban jardines de Adonis en canastas y tiestos planos, formados por trigo, cebada, lechuga, hinojo y otras plantas de germinación rápida, que dejaban en los tejados de las casas. Las imágenes en vasijas griegas muestran a las mujeres llevando estos pequeños jardines escaleras arriba hasta los tejados. Cuidadas por las mujeres, que las regaban a diario, las plantas crecían velozmente, pero también morían rápidamente debido a sus raíces poco profundas. Al final del octavo día los jardines se arrojaban al mar o a un río, a veces junto con una imagen del fallecido Adonis.